El viernes 23 de octubre tuvo lugar la gala de los Premios Princesa de
Asturias en el teatro Campoamor de Oviedo. Un día antes de recibir el premio,
el escritor cubano Leonardo Padura, Premio Princesa de Asturias de las letras
2015, acudió a la facultad de filosofía y letras de Oviedo para dar una charla.
El salón de actos de la biblioteca estaba al completo, incluso más que en otras
ocasiones, probablemente debido a que el premiado era de habla hispana como la
mayoría de los asistentes.
José Luis García Martín, profesor de la universidad de Oviedo, fue el
encargado de presentar a los participantes y de la introducción de la charla.
La experta en literatura española y profesora de la
universidad Virginia Gil Amate empieza con la primera pregunta. Le plantea a
Padura si se considera un escritor realista, este declara que su deseo era
escribir ciencia-ficción pero carece de la imaginación necesaria así que se
considera un observador de la realidad, probablemente debido a que se formó
como periodista. Cuenta que cuando va a escribir algo siempre se pregunta para
qué lo va a escribir y que esa pregunta está estrechamente relacionada con la
realidad que le rodea. Explica como dentro de un universo muy realista crea personajes
que son totalmente inverosímiles en la realidad pero verosímiles en la
literatura. Además no le gusta alterar la historia si no que la moldea a la
estructura dramática de la novela, como en Herejes donde
sintetiza dos décadas en una pero los acontecimientos siguen siento reales e
históricos.
Es el turno del profesor Emilio Frechilla Díaz, que le
pregunta cómo llega a escribir novela negra. Leonardo Padura cuenta cómo surge
la novela policiaca en Cuba y se convierte en un género de masas. Él pensaba
que esas novelas eran lo máximo que se podía conseguir en este género, hasta
que en uno de sus viajes a España lee La soledad del manager de
Vázquez Montalbán. Esta novela junto con otras que se llevó de vuelta Cuba en
una maleta y las experiencias vividas con otros autores durante la primera
Semana negra de Gijón, le inspiraron para escribir una literatura policiaca de
carácter social y con voluntad de estilo literario.
La escritora Aida Falcón Montes pregunta al autor por
uno de los personajes de la serie de novelas policiacas Mario Conde. Quiere
saber si Josefina va a adquirir mayor protagonismo algún día. El autor cuenta
como este personaje tiene un papel esencial tal y como está ya que Cuba es una
sociedad matriarcal en la que la madre es el sostén de la familia. Josefina
simboliza el centro de la familia y aunque parezca estar siempre en la cocina
esto es precisamente lo que hace que su personaje sea tan importante.
La última en intervenir es la estudiante Claudia Elena
Menéndez. Sorprende a la audiencia leyendo en llingua asturiana un fragmento de
“Sonatina para Rafaela”, uno de los cuentos de su libro Aquello estaba
deseando ocurrir. El recuerda la importancia de la traducción en la
literatura y en la cultura en general.
Después de una breve rueda de preguntas y como colofón
a la charla, Leonardo Padura descubre una placa que contiene fragmentos de su
obra y que próximamente se colocará en la facultad como recuerdo de su
visita.
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